La muestra fue visitada de manera presencial y virtual por 1,3 millones de personas; se destacaron los precios de las subastas ganaderas, entre otras actividades
Luego de once días marcados por la emoción de un reencuentro tras dos años de pandemia, la consagración de los grandes campeones bovinos, el desfile de políticos que llegaron hasta su predio, charlas y otras actividades como la exhibición de maquinaria en los stands, cerró sus puertas la Exposición Rural de Palermo. Según los organizadores, tanto de manera presencial como virtual pasaron por la muestra 1.300.000 de personas. En 2019, en la anterior edición, habían asistido 1.226.533 de personas.
Durante su realización, la exposición contó con 2500 animales entre bovinos, equinos, porcinos, ovinos, camélidos y caprinos. Tuvo más de 400 expositores, participaron 14 provincias y se realizaron más de 100 conferencias y charlas de capacitación que se pudieron seguir por la plataforma virtual, al igual que las actividades en pista. Se conectaron visitantes de la Argentina y otros países como Brasil, España, México, Uruguay, Estados Unidos, Chile, Francia, China, Hungría, entre otros.
“Estos once días fueron una demostración del potencial que tiene el campo para aportar a la construcción de una nueva Argentina. Tenemos las herramientas, el conocimiento, la tecnología y el compromiso para contribuir al desarrollo. Solo necesitamos reglas claras y justas”, señaló Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
Entre otras actividades, en el balance de la muestra los remates posteriores a las juras ganaderas reflejaron precios en alza versus la anterior edición. “Nos vamos muy contentos”, destacó Gervasio Sáenz Valiente, de la firma Sáenz Valiente, Bullrich y Cía. Dijo que vio a la gente “muy preocupada por buscar en donde invertir” y que “puso plata en genética”.
Asimismo, el consignatario remarcó el “entusiasmo y alegría particular” con el que llegaron al predio tanto expositores como compradores y público en general. También destacó el mejoramiento genético que hubo en estos dos años en todas las razas. La calidad de cada uno de los animales en competencia fue muy valorado por los jurados durante toda la muestra en las distintas razas.
Por su parte, Juan Pedro Colombo, martillero y director de Colombo y Magliano SA, otra casa consignataria, recordó que en el remate del martes pasado de Braford por la noche se subastaron paquetes de semen y embriones a beneficio de la Asociación Braford Argentina y luego 15 reproductores con “muy buenos promedios”.
Resaltó la venta del 50% del Gran Campeón Macho del Establecimiento Los Guasunchos, a $10.000.000 al centro de genética Ciale Alta, y la del 50% del Gran Campeón Hembra en $19.100.000 millones. Los compradores de la mitad del último animal fueron Pedro Salles, de Brasil, y Martín Battaglia, de la cabaña El Guayabo, de Chaco. La hembra fue expuesta por El Estribo, de Corrientes. En la firma rematadora se mostraron “contentos con todo lo que fue el remate y la exposición rural”.
En la muestra, en el salón azul, también se destacó la tecnología en maquinaria y las agtech que presentaron novedades.
“La maquinaria para la reserva de forraje fue lo que más vinieron a buscar [los productores] y se vendió. Es decir, por rotoenfardadoras, cortadoras, rastrillos. También se hicieron varias operaciones por mixers”, detalló Guillermo Bonillo, gerente de ventas de Mainero. Según indicó, en total realizaron 25 operaciones. En unidades fue un 20% más que otros años.
Por otro lado, manifestó que este año, en particular, bajó la incidencia de los créditos y las ventas realizadas se hicieron fundamentalmente con financiación propia. Además, indicó que estuvieron limitados por la disponibilidad de oferta. “Si hubiéramos tenido un poco más de oferta, se hubieran concretado más operaciones. Desde hace un tiempo que se viene vendiendo bien, pero las posibilidades de producción son limitadas y en estos tiempos se ha complicado aún más con las dificultades para conseguir insumos”, apuntó.
En tanto, Mariano Vranch, del área de ventas de Akron, detalló que las unidades vendidas fueron similares a las del 2019, pero con un 20% más en cantidad de cotizaciones pedidas. Asimismo, indicó que lo que más se comercializó fueron los esparcidores para estiércol.
“Históricamente la Rural no es una exposición de gran volumen de ventas. En general, para la maquinaria agrícola es una exposición más institucional”, indicó, por su parte, la vicepresidenta de Metalfor, María Rosa Miguel, que contó que recibieron a muchos clientes que vinieron a ver uno de sus nuevos lanzamientos en equipos de pulverización.
Para la ejecutiva, “la incertidumbre económica y política no generan un clima propicio para que el productor haga inversiones”. Habló de “ventas prácticamente nulas, a lo sumo algún cliente que ya venía analizando el negocio y lo fue a cerrar a la muestra”.
Las ventas fueron dispares en otros rubros de la exposición, como indumentaria y cuchillos. “El pasillo casi siempre estaba lleno de gente, pero el argentino consumió poco, los que más compraban eran los extranjeros”, indicó Cecilia, de Pilchero Gaucho, de indumentaria, que desde hace 20 años viene con su negocio a la muestra. Según detalló, sus ventas este año cayeron un 30%.
Algo similar planteó Nicanor Crotto, un platero de 9 de Julio. Según detalló, lo que ellos ofrecen son “piezas únicas” que pueden llevar de uno a dos meses de elaboración que valen más de $200.000. No tuvieron el resultado esperado.
“Son productos caros y justo cuando estaba empezando la muestra se disparó el dólar, eso no nos ayudó porque la gente se cuida más. Así que vendimos menos que otros años”, comentó.
A pocos metros, en el sector de productos de economías regionales el balance fue diferente. En los stands consultados por La Nación manifestaron estar sorprendidos por el resultado de las ventas.
“Es el año que más gente vino y que más vendimos”, contó Santiago Mallon, de Finca Cave Canem, que desde hace 10 años viaja desde Mendoza para mostrar sus productos gourmets.
En el stand de enfrente se escuchaba a Pablo Falbo responderle a una mujer que señalaba un queso: “Se agotó”. Es que, según indicó para Formagge, su emprendimiento, la feria fue “una fiesta” en cuanto a las ventas. “Venimos con buenos precios para que la gente nos conozca”, concluyó.
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