Aunque no rompe el diálogo con el Gobierno, la Mesa de Enlace ya evalúa una próxima asamblea

Tras el encuentro de Armstrong, los ruralistas buscan un entendimiento; para los productores autoconvocados, el encuentro fue más que positivo “que terminó con el teléfono descompuesto”

En una hoja de ruta renovada, la Mesa de Enlace abrió un nuevo camino de trabajo para reclamar con más fuerza las políticas implementadas por el Gobierno. El sábado pasado en Amstrong, luego de haber escuchado los planteos y duras críticas por parte de los autoconvocados, los dirigentes de las entidades se comprometieron a tener un papel más fuerte y combativo, claro, como contrapartida pidieron una participación más activa de los productores.En la intersección de las rutas 9 y 178, cerca del mediodía, los participantes de la convocatoria le hablaron sin tapujos a la Mesa de Enlace. En los últimos días, la tensión con el Gobierno fue de menor a mayor cuando, tras conocerse que no se liberaría en su totalidad las exportaciones de carne vacuna, se sumó la intención de instrumentar un fideicomiso para maíz y trigo.

En la intersección de las rutas 9 y 178, cerca del mediodía, los participantes de la convocatoria le hablaron sin tapujos a la Mesa de Enlace. En los últimos días, la tensión con el Gobierno fue de menor a mayor cuando, tras conocerse que no se liberaría en su totalidad las exportaciones de carne vacuna, se sumó la intención de instrumentar un fideicomiso para maíz y trigo.

Un primer mojón será en febrero próximo, cuando se vuelvan a reunir en Alcorta, Santa Fe, en donde se analizará y se respaldará un plan integral que contemple todas las necesidades del campo. En diálogo con LA NACION, los distintos integrantes de la Mesa de Enlace que participaron del encuentro, hicieron un balance del mismo.
Para Jorge Chemes, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), si bien hubo un pedido de la gente de “más contundencia” para con el Gobierno, “se debe tener en cuenta que si se toma esa decisión se necesita un mayor acompañamiento de los productores”.
“La herramienta frente al Gobierno es mostrar una imagen de todo un sector, dirigentes y productores, encolumnado hacia un mismo objetivo. Así la cosa tiene otro color”, señaló.Para Chemes, lo que se logró no es poca cosa. “Entiendo la necesidad de la gente, no es todo lo que se esperaba, pero se han logrado cosas importantes. Con respecto al cierre de exportación de carne vacuna, nos reunimos con distintos gobernadores y hemos conseguimos que se abra el cepo parcialmente. Obviamente que buscábamos que se liberen totalmente, lo intentamos pero no se pudo lograr todo de golpe”, indicó.

Aunque no rompe el diálogo con el Gobierno, la Mesa de Enlace ya evalúa una próxima asamblea

Tras el encuentro de Armstrong, los ruralistas buscan un entendimiento; para los productores autoconvocados, el encuentro fue más que positivo “que terminó con el teléfono descompuesto”

En una hoja de ruta renovada, la Mesa de Enlace abrió un nuevo camino de trabajo para reclamar con más fuerza las políticas implementadas por el Gobierno. El sábado pasado en Amstrong, luego de haber escuchado los planteos y duras críticas por parte de los autoconvocados, los dirigentes de las entidades se comprometieron a tener un papel más fuerte y combativo, claro, como contrapartida pidieron una participación más activa de los productores.

En la intersección de las rutas 9 y 178, cerca del mediodía, los participantes de la convocatoria le hablaron sin tapujos a la Mesa de Enlace. En los últimos días, la tensión con el Gobierno fue de menor a mayor cuando, tras conocerse que no se liberaría en su totalidad las exportaciones de carne vacuna, se sumó la intención de instrumentar un fideicomiso para maíz y trigo.

Un primer mojón será en febrero próximo, cuando se vuelvan a reunir en Alcorta, Santa Fe, en donde se analizará y se respaldará un plan integral que contemple todas las necesidades del campo. En diálogo con LA NACION, los distintos integrantes de la Mesa de Enlace que participaron del encuentro, hicieron un balance del mismo.
Para Jorge Chemes, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), si bien hubo un pedido de la gente de “más contundencia” para con el Gobierno, “se debe tener en cuenta que si se toma esa decisión se necesita un mayor acompañamiento de los productores”.

“La herramienta frente al Gobierno es mostrar una imagen de todo un sector, dirigentes y productores, encolumnado hacia un mismo objetivo. Así la cosa tiene otro color”, señaló.

Para Chemes, lo que se logró no es poca cosa. “Entiendo la necesidad de la gente, no es todo lo que se esperaba, pero se han logrado cosas importantes. Con respecto al cierre de exportación de carne vacuna, nos reunimos con distintos gobernadores y hemos conseguimos que se abra el cepo parcialmente. Obviamente que buscábamos que se liberen totalmente, lo intentamos pero no se pudo lograr todo de golpe”, indicó.

Por otra parte, el titular de CRA remarcó que si bien se analizarán distintas medidas de protesta, como Mesa de Enlace de ninguna manera van a cortar el diálogo con el Gobierno. Tampoco cree que la salida esté del lado de un paro de comercialización de granos y hacienda ni de cortes de rutas.
“Necesitamos seguir trabajando con el Gobierno para mejorar las políticas para el sector. Si dejamos de dialogar con quien maneja la economía, los que pierden somos los productores. No está en nuestros planes dejar de reunirnos”, dijo.

Luego de que en la asamblea hiciera un pedido formal de disculpas por haber hecho cosas que “no satisfacen las necesidades” de los productores, Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) entiende que, para la expectativa que tenían los productores, la Mesa de Enlace no cumplió.
“Hicimos todo lo posible, todo lo que estaba a nuestro alcance y más. En mi opinión, se está y se estará mejor que en mayo del 2021, si se implementa lo que se decretó. Nos pidieron que redoblemos la apuesta hacia el Gobierno, perfecto, pero necesitamos que nos acompañen. Para esto, debemos institucionalizar el sector que hoy está anárquico, no por nosotros, sino por la falta de compromiso y de gremialismo de los productores”, puntualizó.
Asimismo, contó que en la asamblea surgió por parte del mismo grupo de productores presentes, una moción para hacer un aporte económico que ayude a sostener un plan de acciones del sector a largo plazo.
Para Pino, cortar el diálogo con el Gobierno “es un suicidio”. “Lo último que se va a dejar de hacer es eso, no podemos. Sería más fácil para nosotros, como dirigentes del campo, romper con el Gobierno e ir a Plaza de Mayo y en un escenario ponernos a gritar. Ese no es el camino, hay que buscar el entendimiento con el Gobierno para seguir avanzando en políticas para nosotros. Tampoco debemos caer en la fácil de convocar a un paro o a cortar las rutas, hay que ser más inteligentes”, sostuvo.
Entre las medidas que el dirigente de la Rural ve como factibles está el de hablar con todo el arco político: “Es un trabajo tedioso pero es ahí donde está el rumbo: no solo con el oficialismo sino también con los legisladores de toda la oposición”.
Por último, indicó que como dirigencia, deben empezar a trabajar con otras actividades del sector: “Hay que dejar de mirarse el ombligo. El campo no solo soja, trigo, maíz y carne, hay otras economías regionales que necesitan ayuda. Debemos ampliar este panorama”.
En coincidencia a lo planteado por Pino, Carlos Achetoni, titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), señaló que desde hace mucho tiempo que las economías regionales vienen pasándola mal y que necesitan que las recompongan para generar desarrollo y fuente de trabajo inmediata.
Por otra parte, el dirigente de la FAA analizó el planteo de los autoconvocados que les pidieron “mostrar los dientes”. “No podemos ser más duros sin el respaldo de los productores. Hemos conseguido bastante, a todos nos gustaría que las retenciones estén en cero. En esa utopía no se logra nada, hay que pedir un descenso paulatino”, remarcó.

En este sentido, una de sus propuestas es lograr, no a través de las compensaciones que se cobraron mucho tiempo después, un sistema de escala donde las primeras 400 toneladas de soja, maíz o trigo no paguen derechos de exportación, “para que los pequeños productores que pusieron en alquiler su campo por no ser rentable, vuelvan a producir y los que la están peleando continúen en la actividad, de otra manera la concentración seguirá adelante”.
Achetoni tampoco cree que medidas de fuerza tales como un paro o un corte de rutas, los lleven a buen puerto, salvo en “un caso límite”. “Por un lado, rechazamos cuando el Gobierno cambia de nombres pero sigue con la intervención de los mercados que no sirvieron para nada y por otro nosotros queremos seguir con medidas de protesta que se usaron en el pasado y tampoco no funcionaron. Tenemos que ser más creativos: acercarnos al arco político e incluso hasta al FMI debemos darle un mensaje que si pretenden que se le pague deben darnos su apoyo. Desde las entidades, debemos marcar un norte más claro porque todos nos necesitamos”, apuntó.
El balance de los autoconvocados

“Más que positivo, fue un mano a mano, que terminó con el teléfono descompuesto”. Esa fue la evaluación que hizo Iván Castellaro, uno de los organizadores de la asamblea en Amstrong con la Mesa de Enlace.
Para el productor, si bien se siguen repitiendo en el sector las mismas problemáticas que tiene el sector desde hace tiempo, el encuentro “fue un punto visagra para lograr hacer borrón y cuenta nueva”.
“Fue muy bueno el reconocimiento de la Mesa de Enlace de haber intentado por todos los medios un diálogo con el Gobierno, donde solo las entidades ruralistas dialogaban y el Gobierno imponía. De ahora en adelante, debemos trabajar de forma mancomunada, tenemos que escucharnos y a caminar juntos a paso firme por otro camino”, indicó. Una de las cosas que harán conjuntamente, dijo Castellaro, será ir a la Justicia para que se declare inconstitucional a los derechos de exportación.
Por otro lado, dijo que es importante que para que ello ocurra, es necesario que los productores se asocien a las gremiales. “De esta manera, es muy complicado pelear contra el aparato del Estado, con medios propios y una estructura económica enorme. Entonces, cuando el Gobierno nos deja como los malos de la película, como los formadores de precios, los envenenadores y las entidades no pueden hacerle frente, es difícil”, concluyó.