La presentación del proyecto de ley de biocombustibles que lleva la firma del diputado nacional del Frente de Todos, Omar Félix, y que cuenta con el respaldo de su jefe de bloque, Máximo Kirchner, puso en «estado de alerta» a las cámaras empresarias de esa industria, informó a Revista Chacra.
«Su eventual sanción pone en riesgo de desaparición a muchas empresas que invirtieron cientos de millones de dólares y que aportan empleo y beneficios ambientales, sociales y económicos en todo el país», consideraron. El texto fue firmado por al Cámara Argentina de Biocombustibles, la Cámara de Bioetanol de Maíz, la Asociación Maíz y Sorgo Argentino, la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas y la Bolsa de Cereales de Córdoba, entre otras entidades.
En ese marco, las cámaras insisten con la prórroga de la actual ley que rige en el sector, que vence en mayo. Su extensión cuenta con aprobación unánime del Senado y restaba la sanción definitiva en Diputados. Pero, pese a las promesas del Gobierno a las cámaras y provincias productoras, el Frente de Todos frenó la discusión e ingresó el proyecto para sancionar una nueva ley.
El nuevo marco regulatorio que propone el oficialismo comprende todas las actividades de «elaboración, almacenaje, comercialización y mezcla de biocombustibles», y entraría en vigor a partir del 12 de mayo, el mismo día en que vence la actual Ley 26.093. El principal punto que objetan las cámaras es que se reducen los cortes con biodiésel del 10% a 5%, en tanto que el bioetanol se mantiene en un corte de 12% para las naftas.
Este punto perjudica fundamentalmente a las industrias que elaboran biodiésel sobre la base de soja y maíz en la región centro, con epicentro en Córdoba y Santa Fe. El bioetanol con caña de azúcar, que se produce en el norte, queda más resguardado en la ley.
«La industria espera que haya una prórroga de la ley actual, tal cual fue aprobada por unanimidad en el Senado de la Nación, y que durante el transcurso de la misma se pueda tener oportunidad de debatir seriamente el futuro de los biocombustibles», afirmaron los empresarios. «Lamentablemente, los autores del proyecto sólo consultaron a unas pocas entidades y/o empresas productoras de biocombustibles para realizarlo», criticaron.
De ese modo, puntualizaron: «El proyecto presentado va a contramano con las tendencias ambientales mundiales, reduciendo drásticamente el uso de biocombustibles y cerrando toda posibilidad de crecimiento de la actividad».
Además, el comunicado apuntó: «El sector de los biocombustibles considera que con el proyecto presentado se desperdicia todo el valor agregado, las inversiones realizadas y la productividad que ofrece el campo y la agroindustria, privilegiando el desarrollo de la actividad de refinación de petróleo, además de retroceder en materia de mejoras medioambientales que van a favor de la salud de la población».
«Los biocombustibles permiten una reducción de 70% en la emisión de gases de efecto invernadero con respecto a los combustibles fósiles y son la herramienta privilegiada para disminuir el fuerte impacto ambiental y sanitario de los combustibles fósiles», argumentaron.
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