El cultivo de soja es emblemático e importante para la economía zonal, que requiere de conocimientos técnicos para que pueda expandir todo su potencial, el Ingeniero Agrónomo Christian Brambilla brindó a este medio las pautas más importantes a tener en cuenta durante el periodo de siembra.
Cuando hablamos de soja, contra lo que se supone no se trata de monocultivo, según el experto este prejuicio puede deberse a que hace algunos años se probó con aumentar el porcentaje de rotación con soja, pero desde hace seis o siete años a esta parte, la soja es parte de la rotación normal en nuestros campos, hoy está entre un treinta a cincuenta y cinco por ciento de la producción, es un cultivo importante, pero no es el único, aclaró.
Cada año ha ido bajando este porcentaje hasta llegar a valores mucho más bajos en el uso de suelo destinados a la siembra de la leguminosa.
Cuando se toma la decisión de cultivar soja, mayormente en ese potrero hubo otro cultivo antes, siendo el maíz el más común, es decir que tenemos un cincuenta o sesenta por ciento de lotes que viene de maíz, un veinticinco de soja y el restante de trigo.
El Ingeniero Brambilla quien se desempeña como gerente técnico en la firma El Ganado S.R.L detalló que la semilla viene seleccionada por grupo de madurez, esto define el tipo y velocidad de crecimiento de los cultivos, se le pone un número, que en la Argentina va del 2 al 8, siendo los grupos 6, 7,8 los que requieren de mayor tiempo para que crezcan las plantas, se formen flores, ramas y vainas. La elección del grupo de madurez va a depender del ambiente, del lugar geográfico, de las características del suelo y de las precipitaciones. Elegir el grupo de madurez en nuestra zona va a depender de la primera y de la última helada del año, es decir, entre octubre y abril, los grupos de semillas que se implantan en esta zona son los 2, 3, 4, y 5 no se justifican las semillas de otro grupo porque podrían verse afectadas por las heladas, contrario a lo que pasa en el norte donde el periodo entre heladas es mayor, en esos lugares, se pueden buscar ciclos más largos porque es una zona árida por lo que se busca implantar semillas del 6 al 8 que ocupe el mayor espacio posible y tenga más probabilidades de recibir precipitaciones
Se habla además de plantas de tipo determinada, la cual una vez producida la floración deja de desarrollar hojas; Hoy en día la genética prefiere las de tipo indeterminada, planta que sigue produciendo hojas y tallo mientras sucede la floración.
Con respecto al uso de químicos en el cultivo de soja, Brambilla especificó que “desde el año 1995, la biotecnología logró que la planta sea resistente a herbicidas como el Glifosato (cuya ventaja es que no tenemos que añadirle otros herbicidas o ingredientes activos para controlar malezas), el 24D, tolerancia a insecticidas, y por último, el evento más novedoso es el HB4 que es la soja resistente a sequías.
Datos a tener en cuenta al momento de sembrar soja
Brambilla especificó que para sembrar, primero se elige la variedad, de acuerdo con la zona, la presencia de determinado tipo de maleza, insectos, o enfermedades. La soja tiene como característica es que la fecundación ocurre dentro de la flor, por lo que sus propiedades se mantienen en toda su descendencia, por lo que es común que los productores reserven semillas para la próxima siembra, esto también ocurre en el trigo y no así con el maíz que no se puede multiplicar sin perder cualidades que afectan su rendimiento. En el caso de la soja, el productor paga por los derechos a la genética por utilizar las semillas.
Antes de sembrar se realizan diferentes testeos en laboratorio que determinan el poder germinativo, el vigor, el peso y la cantidad de patógenos que trae la semilla. Lo ideal es que se descarten las semillas que estén por debajo del ochenta por ciento de resultados de laboratorio. En cuanto al vigor, la recomendación es que la siembra se comience con semillas que son de mayor vigor en octubre y en noviembre se siembren las de bajo vigor, cuando las condiciones climáticas son más benévolas y colaboran con la germinación.
La inoculación en la semilla de soja es una de las herramientas de mayor impacto en la fertilidad, el inoculado es una bacteria que adherimos a la semilla para que forme un nódulo, esta bacteria fija el nitrógeno atmosférico, se trata de una relación simbiótica entre semilla y bacteria, el ingeniero remarcó: “Es importante el trato que se le da a la semilla inoculada hasta que llega a la sembradora, lo ideal es protegerla de la exposición solar y del aire libre por mucho tiempo”.
Si bien la soja es una planta que tiene la capacidad de hacer ramificaciones, es decir que si una planta falla, es compensada por la siguiente, una vez germinado el poroto se enfrenta a varias adversidades como hongos de suelo, lluvia excesiva en etapa de germinación, presencia de insectos como isocas cortadoras, isocas bolilleras, barrenadores, chinches, arañuelas, etc. Los ataques de estos insectos son tempranos, por lo que es un buen momento para monitorear a las plantas.
Con respecto al uso de insecticidas el Ingeniero manifestó que “lo que uno hace con los insecticidas no es hacer desaparecer las poblaciones, sino controlar para que las plagas no sean más que las esperadas, hoy en día los parámetros cambiaron y se tienen muy en cuenta los grados de toxicidad y de perjuicio al ecosistema”. Dentro de lo que se denominan Enfermedades de fin de ciclo, Brambilla enumeró que los ataques de la “mancha ojo de rana” fueron menores en estos últimos años, pero que persisten la Septoria o mancha marrón y la cercospora o mancha púrpura, son enfermedades que comienzan en la planta cuando se desarrolla la vaina y el productor lo advierte por la caída prematura en las hojas, es importante el monitoreo de suelo, tabular las precipitaciones y los comportamientos de los cultivos en temporadas anteriores y en caso de detección, evaluar la aplicación de fungicidas.
En cuanto a la fertilización el especialista sugiere que se haga un análisis de suelo para chequear niveles de fósforo y, de requerirse el productor puede aplicar fertilizantes: “Hay varias técnicas, al voleo, antes de la siembra; otros productores utilizan fósforo en línea, y estamos utilizando fertilizaciones foliares con boro, que tiene umbrales más bajos en necesidades de fertilización. En general, se charla con el productor para saber qué cultivos hizo previamente y de estar compensados los niveles de fósforo en suelo no es necesaria la fertilización”
El paradigma es pensar al campo como un sistema, donde se compensen los usos de químicos para tener una respuesta amigable con el ecosistema.
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