Mano a Mano con Mathias Weiler: Especialista en Gestión de Datos y Desempeño Animal

“Cuando hablamos de actividad agropecuaria, no pensamos en acciones aisladas o individuales, sino que desde hace ya mucho tiempo, los productores conocen los beneficios de trabajar en forma corporativa que potencie y asegure el funcionamiento de la actividad para que sea económicamente rentable y perdurable en el tiempo. El objetivo fundamental es brindar capacitación y compartir nuevas experiencias que le resulten significativas al productor”.

El ingeniero agrónomo Mathias Weiler desarrolla su actividad en el Paraguay, es gerente de la empresa Rancho quemado SRL, consultor en análisis de gestión de datos y desempeño animal, vicepresidente de la Asociación paraguaya de grupos CREA.

¿Qué es el movimiento CREA en Paraguay? ¿Cómo surgió? ¿Cómo funciona hoy? ¿Cuántos grupos tienen?

Decidimos formar CREA entre algunos vecinos, un grupo de seis empresarios quienes veíamos que, el mayor problema que teníamos en Paraguay eran que las entidades de productores se creaban para apoyarse en temas técnicos, pero una vez resueltos esos temas, se perdía el entusiasmo. Necesitábamos que esa idea de trabajar confederados perdure en el tiempo, en un primer momento formamos parte de Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA) región Litoral norte argentino en donde fuimos recibidos como un grupo de argentinos más por lo que estamos muy agradecidos. Esa agrupación duró alrededor de seis años, un poco motivados por ellos para dar el salto, formamos cuatro grupos CREA Paraguay en primera instancia y ahora son ocho. La idea no es fundar demasiados grupos sino que esas entidades se consoliden en el tiempo. Paraguay tiene dos grandes regiones: La región occidental o el Gran Chaco en el que existen tres grupos CREA (uno en el Alto Chaco, lindante con Bolivia, otro en Chaco central, otro en el Bajo Chaco) y el resto está en la región oriental (dividido en agrícola y forestal).

La filosofía de los grupos CREA trasciende los aspectos técnicos y se centra en el desarrollo integral del sector. ¿Cómo ves las proyecciones a futuro de CREA Paraguay?

Contundentemente estamos creciendo, es la segunda comisión directiva de la entidad, tenemos cerca de cien empresas, pero como te dije anteriormente la idea no es expandirnos sino perdurar en el tiempo, evitando el fracaso de la asociación, porque un grupo que fracasa provocaría un daño tremendo al movimiento, hasta el momento decidimos que cada nueva agrupación debe estar apadrinada por una asociación más antigua.

Quienes formamos CREA, estamos comprometidos no solamente con la parte empresarial y técnica, sino con la responsabilidad de conservación y de sustentabilidad.

En cuanto a producción ganadera en Paraguay, ¿Cómo ves al sector en el país? ¿Cuáles son las principales diferencias con la producción en Argentina?

Las conductas en cuanto a ganadería es similar, la diferencia principal está en la tecnología que se aplica, aquí en Paraguay, la implementación tecnológica en cuanto al ganado es un proceso más lento, esto es porque el productor es más cauteloso en cuanto a los riesgos en inversiones, el sector ganadero argentino es mucho más lanzado, pero igualmente el sector ganadero ha crecido muchísimo en los últimos treinta años, y se están empezando a ejecutar proyectos como corrales de encierro. Esto es porque la producción se vio favorecida por cierta estabilidad de precios.

¿Toda la producción paraguaya está enfocada en abastecer el mercado interno o cuentan con un sistema de exportación?

Uno de los problemas que tiene Paraguay es que la población es muy pequeña en proporción a la producción agrícola, por lo que el mercado interno prácticamente no existe y exporta por encima del sesenta por ciento de su producción, esa es otra diferencia en cuanto a países como Argentina y Brasil, que tienen un mercado que sostienen la producción y el precio, por ejemplo en el contexto de pandemia, el precio bajó a dos dólares, por lo que dependemos mucho de la exportación, esto se vio agravado por tener vedado el mercado chino por cuestiones de política internacional. Igualmente, los socios comerciales más importantes son Brasil y Argentina y si bien no es lo mismo que abastecer a un mercado tan importante como China, logramos mantener un buen porcentaje de exportaciones que hace que el sector ganadero haya crecido.

Una de tus actividades es consultor en análisis de gestión de datos y desempeño animal, ¿Qué significa eso?

Desde que empezamos, nos dimos cuenta que por las características de este negocio no queríamos detener el precio, fijate que la mayor parte de la actividad depende del precio del ganado en pie, y cuando uno se pone a analizar los datos de una tropa que compra, entendimos que había animales que soportaban un precio mucho más bajo de venta, debido al desempeño que tuvieron, esto nos llevó a buscar alternativas, tomar decisiones en base a los datos que teníamos, esta base de datos fue creciendo y otros productores requirieron nuestros servicios para mejorar la producción animal y por lo tanto lograr un mejor precio de venta.

Pertenecés a Rancho Quemado S.R.L, ¿Qué función cumplís dentro de la empresa y a qué se dedica la empresa?

Rancho Quemado es una empresa ganadera en la que cumplo la función de gerente desde el año 2000 y básicamente nos dedicamos a la invernada, se encuentra ubicado en la región Chaco Central, tenemos pasturas implantadas, y fue uno de los laboratorios donde empezamos a analizar el desempeño animal y su relación con el precio de venta, hoy montamos un esquema de cría corta, es decir animales que no llegan al año que luego son destinados a campos de confinamiento y engorde.

¿Qué forrajes o pasturas están alimentando a esos terneros?

Los terneros se alimentan con la especie timpani, que es una pastura tropical de alto crecimiento, también presente en el Chaco argentino, que, aunque viene cursando bastantes problemas sigue siendo una alternativa viable para el ganado de invernada, estamos buscando otras opciones ya que somos un campo experimental, tenemos siembra de brachiarias, inclusive híbridos, pero la base sigue siendo tipo pastoril, porque aprendimos a manejar muy bien ese pasto, y el objetivo que tenemos es alcanzar los doscientos kilos de peso vivo por cabeza, animales livianos de crecimiento rápido, que estén listos para ser vendidos como ganado de engorde. Cuando llega el ternero, es tratado con algún suplemento y luego puesto a pastar, porque estamos convencidos porque está comprobado por estudios, que el primer año define la vida productiva del animal, eso está en nuestras manos, y generalmente es el momento que el productor le hace menos caso al animal.
Un animal que ni bien llega es atendido correctamente desde lo sanitario y desde lo alimenticio tiene ventajas en aumento de peso sobre un animal que es simplemente depositado en lotes de pastura.

Un tema complicado en la ganadería son los indicadores por los que debe regirse el productor, en economías como las nuestras donde no somos formadores de precios, ¿Cuál es para vos el índice al que hay que prestarle atención en cuanto a producción animal?

El resultado de la actividad está básicamente correlacionado con el aumento diario de peso del animal, la relación del aumento diario de peso con la rentabilidad es del noventa y ocho por ciento, una vez que uno agrupa los animales, la ganancia media es directa, cada gramo más que se gana está incidiendo directamente sobre la rentabilidad. Lo que hacemos es individualizar a cada vacuno mediante un chip electrónico, que nos permite saber el origen, el costo inicial, el proceso de cría, y entender por qué hay animales que superan la media.
La ganancia de peso no es un milagro, hay conductas que llevamos adelante que repercuten directamente sobre el peso del animal, y si no comprendemos estas conductas, se puede dar el resultado inverso y perder en vez de ganar.

En cuanto al análisis de estas conductas y al control de la producción animal, hay una sigla que aparece: RFID, ¿podrías contarnos de qué se trata?

Es una herramienta que está disponible desde 1968, pero que por una cuestión de costos no era viable, es una radiofrecuencia pasiva que emite una onda que es transformada en información, viene presente en forma de caravana y no es otra cosa que un chip(puede ser un chip subcutáneo o estar presente en caravanas) que contiene toda la información de cada animal, su lugar de origen, el comportamiento alimentario que tuvo hasta llegar a nuestro campo, y el comportamiento actual durante la rotación de potreros, esto es importante para optimizar no sólo cantidad sino calidad de pasturas, y podemos agrupar animales con similares necesidades y características, por ejemplo: llevar animales más livianos a un pastoreo más abundante o con menos tránsito.

Como conclusión podemos decir que, cuando pensamos en analizar conductas no nos referimos solamente a la conducta animal, a su genética sino que también nos enfocamos en las decisiones de cada productor, un hecho como el ayuno técnico (el previo al pesaje) o una rotación de potrero fuera de tiempo, repercuten directamente sobre el peso del animal y por lo tanto de la producción.