Tecnología y mejora en los precios: Perspectivas de una campaña favorable

En el transcurso de estos últimos 40 años ha cambiado la fisonomía, la diversidad de cultivos y la organización económica del sector agropecuario, que fue una combinación, una búsqueda de equilibrio entre resultados económicos y armonía con el medio ambiente. En este marco, el cultivo de trigo vino evolucionando.

Carlos Ghida Daza es ingeniero agrónomo especializado en economía de cultivos en la estación experimental INTA Marcos Juárez y detalló en -El Campo y La Ciudad Radio por 104.1 en conversación con el ingeniero Daniel Trasmonte- una semblanza económica del agro.

El sur de Córdoba se caracterizó por ser agrícola con tipos de suelo 1y 2. Había algo de ganadería que fue disminuyendo en los últimos años, orientándose el sector al mercado agrario básicamente por los cambios tecnológicos en siembra directa, genética de semillas, que hizo que la soja predominara por sobre otros cultivos, a su vez la demanda externa y las políticas internas de valor agregado hicieron que el productor elija este cultivo, pero el trigo también es un producto igualmente importante.

Si uno ve las series históricas tanto de superficie como de producción, tiene más de lo que llamamos coeficiente de variación que ha tenido una base de cuatro millones de hectáreas en los últimos años y un pico de siete millones y medio. A diferencia de lo que pasa en Buenos Aires, en Córdoba se siembran varios cultivos en la misma época, por lo que tenemos trigo y soja de segunda pero cultivados al mismo tiempo, eso nos permite un manejo eficiente en el sentido económico. En el caso específico del trigo debemos tener en cuenta variables de éxito en la siembra, esto es un treinta por ciento el factor climático, otro treinta por ciento la de precios relativos y el último treinta por ciento son las políticas económicas ya que el trigo se destina a mercado interno. En campañas normales se da una proporción setenta-treinta, producto sobrante exportable- producto destinado a mercado interno.

En cuanto a nuestra posición en el mundo como productores, el profesional agregó que somos décimos a nivel mundial y quintos a nivel de exportadores de trigo. Analizando la situación de las últimas dos campañas enunció que fueron atípicas, por un lado, la gripe porcina china, que demandó gran cantidad de grano para consumo humano y animal que hizo subir los precios, y el año pasado con las cuarentenas por Covid decreció transitoriamente la exportación, pero mejoró con el transcurso de los meses. También mejoraron los precios los fondos de inversión, que invirtieron en materias primas ante la desmedida emisión de dólares en EEUU, este efecto conjunto repercutió en beneficio de la exportación y también la adquisición de insumos por parte del productor, básicamente agroquímicos y combustibles, a diferencia de los fertilizantes que mantienen con el tipo de cambio oficial.

El dólar y el sistema productivo

En el análisis económico debemos considerar la injerencia del dólar, en teoría decimos que los insumos se manejan con el precio oficial, la diferencia entre el dólar oficial con el dólar paralelo, hace que muchos productores eludan la venta o la realicen a través de países como Paraguay o Bolivia que no tienen retenciones. Por lo que conviene que siempre haya cierta paridad entre dólar oficial y dólar paralelo o blue.