El sitio InfoCampo destacó la figura de María Pía Barrios Barón como mujer trabajadora del Agro

Nació en América sobre el oeste de la provincia de Buenos Aires hace 27 años. Aprendió a manejar en el campo una marca registrada de quienes se crían en ámbitos rurales.

Cuando llegó el momento de estudiar optó por agronomía, aunque inicialmente su idea era otra: “Quería ser geóloga”, relata María Pía Barrios Barón, la protagonista de la serie de podcasts ELLAS.

Y además de su historia familiar y personal, cuenta sus impresiones sobre la vida en el sector agropecuario y el rol de la mujer en el ámbito rural: “Yo creo que estamos a la par, al fin y al cabo, no importa si sos hombre, mujer trans o como te percibas, importa que hagas bien tu trabajo”.

– Naciste en América, en el oeste de Buenos Aires. ¿Qué recordás de ese lugar en el que te criaste? ¿Cómo estaba conformada esa familia de tu niñez?
– Nací y me crie acá, me fui a estudiar a Buenos Aires y volví a vivir a América. Y tengo recuerdos de todo. El jardín, el colegio, los amigos, mi familia, es un pueblo hermoso, chiquito, somos 15.000 habitantes, y la vida de pueblo, bien tranquila, yendo en bici a todos lados… una infancia súper linda.

– ¿Y del campo? Cerrás los ojos, ¿y qué se te viene?
– Esos veranos con mis abuelos paternos. Ellos se venían para las fiestas y se iban en marzo. Me quedaba a dormir en el campo con ellos, los veía de poco, pero esos veranos lo pasábamos a full. La pileta. Mi abuelo me enseñó a jugar ajedrez, mi abuela jugando a las cartas fumándose un pucho. Muchos recuerdos hermosos. También había una costumbre en la familia que decía que hay un búho que le llevaba golosinas a los nenes cuando se portan bien, entonces nos acostábamos a dormir y al otro día buscábamos las golosinas que supuestamente habían dejado los búhos, que casi siempre estaban en las ventanas.

– ¿Te acordás de algún hito puntual en el que dijiste quiero ser agrónoma?
– Hubo un hito puntual. Pero la historia no es tan lineal. Desde chiquita yo dije que quería trabajar en el campo con papá. Después la vida, no sé si fue la adolescencia o qué me llevó por otro lado, y los últimos tres años de secundaria dije “quiero ser geóloga”, y estaba empecinada con eso. De hecho, arranqué el CBC para ingeniería de las pesadas, y fue en ese invierno del CBC, año 2013 que hubo una reunión CREA en nuestro campo. Y estaba escuchando a mi papá presentar el caso de “La Criolla” y salí de esa reunión y dije “Me quiero cambiar de carrera”. Pero fue una locura. Quizás la pasión que transmite mi papá, o conocer la empresa desde otro costado, lo que había vivido toda la vida, pero puesto en palabras. No sé qué fue pero me cambié y acá estoy.

– Cuando uno toma la decisión de hacer una carrera se imagina un tipo de profesional, haciendo ciertas actividades. ¿Qué cosas te imaginabas y qué cosas descubriste en la carrera?
– Es verdad eso. Pero yo soy muy determinada. Yo quería ser como papá. Ser Carlos II. Mi papá no es agrónomo, sabe mucho porque toda la vida laburó en esto, pero él es muy empresarial, es un hombre de negocios. Y yo quería hacer eso. Pero en la carrera me di cuenta que la agronomía es hermosa y muy amplia, tiene un montón de aristas. Y la comunidad que es agronomía es un pueblo. La Agronomía de la UBA es divina. Fue súper apasionante. Y hoy en día pienso “qué carrera linda elegí”. Pero yo cuando arranqué sabía que quería volver a América y a trabajar en La Criolla. Punto.