Una mirada diferente para reflexionar

El ingeniero Agustín Barbera es técnico en la Chacra experimental integrada Barrow, predio del INTA en Tres Arroyos, y mantuvo una charla telefónica con el ingeniero Daniel Trasmonte, para El Campo y la Ciudad Radio. 

Desde hace ya un tiempo, una de las demandas del sistema productivo está ligada a la Ecología, tener una mirada más sistémica, más compleja de lo que es la producción primaria. Si bien la formación de profesionales agrónomos contempla dentro de su currícula la materia Agroecología, no fue hasta hace pocos años que el asunto ecológico contó con experiencias productivas aplicadas, estaciones experimentales como las de Benito Juárez o Barrow convirtieron ese marco teórico en prácticas viables. Indicó El ingeniero Barbera.

La Agroecología, como ciencia, busca establecer relaciones con los sistemas científicos y tecnológicos, pero su validación depende además del contexto socioproductivo y ambiental en que los agricultores se desempeñan. La ciencia agroecológica tiene riqueza conceptual y empírica, y se desarrolla en universidades, centros de estudios, estaciones experimentales, foros internacionales y sociedades científicas. A su vez, también es una herramienta práctica de los sistemas de extensión en los territorios que estos operan, en la medida en que los agricultores le dan vida y sustento a la aplicabilidad de nuevos conocimientos. Este nuevo enfoque interdisciplinario, que abarca desde formas participativas de investigación-acción hasta metodologías que permitan comprender mejor la complejidad experimental en que la Agroecología se desenvuelve, motiva a los investigadores a generar nuevos conocimientos y a los agricultores a cambiar paulatinamente viejos paradigmas, la realidad es que ningún productor quiere contaminar, desgastar recursos, suceden por una manera que tenemos de producir, y desde la agroecología buscamos repensar estas prácticas, conocer cuáles son las causas de los inconvenientes ambientales y el modo de revertir sus efectos y principalmente tratar de prevenir los problemas (control de malezas, enfermedades, infertilidad de la tierra), señaló el profesional.

Un predio agroecológico se caracteriza por la intención de aumentar la biodiversidad, no solamente pensar en la rotación de cultivos, sino también en la rotación de variedades de un cultivo, esto aumenta la aparición de microorganismos que van a colaborar en la preservación de la tierra. Advirtió el Ingeniero agrónomo.

El factor de la rentabilidad agraria es un tema que también aborda la agroecología, en relación a los rindes el profesional destacó que hasta ahora, todos los productores evalúan sus cosechas en relación con los rindes, este es un paradigma a corto plazo, lo que proponemos desde la agroecología es que éxito no sea sinónimo de buenos rendimientos, sino que contemplemos variables  como el rendimiento en grano libre de costo, que es lo opuesto a lo que llaman rinde en diferencia, donde el productor debe deducir los costos (mayormente de insumos) que le implicó la siembra y posterior cosecha. El productor que se interese por las buenas prácticas agrarias, debe tener en cuenta además las características de cada suelo, y sembrar cultivos que sean viables sin que necesiten demasiados paquetes de químicos que afecten las condiciones del suelo y los costos finales.

Cultivos orgánicos y cultivos agroecológicos

Estos conceptos suelen utilizarse como sinónimos, pero tienen diferencias según los dichos de Barbera: Los cultivos orgánicos se producen sin la implementación de agroquímicos, destinados principalmente a la exportación, o para consumo interno, generalmente conllevan a tener un precio más alto para el consumidor. Los cultivos agroecológicos apuestan a una transición gradual, donde el sistema productivo espera a que los recursos naturales se regeneren, por eso creo que la agroecología tiene un enfoque social muy interesante, los costos de producción han hecho que los pequeños productores hayan sido desplazados por empresas que planifican con costos muy superiores.