Históricamente el hombre ha domesticado y criado animales ya sea para el servicio o para su consumo, pero fue hasta mitad del siglo pasado que el ser humano empezó a cuestionar estas prácticas y a debatir sobre los sistemas intensivos de cría.
La Doctora Natalia Aguilar es médica veterinaria, máster en zootecnia, especialista en etología y ecología animal, docente en la UNNe e investigadora del INTA en la Estación experimental Colonia Benítez, en la provincia de Chaco. La profesional hizo declaraciones a este medio sobre lineamientos a tener en cuenta en cuanto al confort animal: “En los últimos años se fue potenciando la producción ganadera que hizo que reviéramos las condiciones del entorno de cría y producción animal, también se le dio importancia a la voz del consumidor, quien empezó a observar la actividad de cría de las carnes que consume”.
Según la especialista el desafío es llegar al punto en el que sea beneficioso para el sistema productivo sin que haya perjuicio sobre los animales, esto se logra creando un ambiente cómodo, atendiendo enfermedades y seguir el comportamiento de la especie. Agregó que muchas veces tendemos a confundir comportamiento natural con bienestar, cuando en realidad la naturaleza puede ser más hostil para los animales que el propio sistema productivo, un animal en su hábitat natural sufre escasez de pasturas, de agua, la presencia de predadores, es aquí cando interviene la tecnología mejorando el proceso, preservando pasturas, forrajes de calidad para el invierno, provisión de agua, todos estos esfuerzos tecnológicos buscan el confort del animal.
Los cinco dominios del confort animal
Se tratan de pilares para evaluar el bienestar animal que todo productor debería tener en cuenta, son lineamientos en los que intervienen diferentes equipos de investigación así como también la Organización Internacional de Salud Animal.
*Nutrición.
Ambiente.
*Saludo física.
*Comportamental: relacionado con la etología, que es la cienca que estudia el comportamiento animal, las relaciones con los humanos, con otros animales, con el entorno, etc.
*Dominio mental, experiencias positivas o negativas que tiene el animal respecto de su estado. Este dominio es subjetivo, pero puede evaluar por ejemplo los niveles de estrés o confort de los animales.
El bienestar animal y la ley.
A nivel nacional se encuentran vigentes diferentes normativas y resoluciones como la 1697/19 y la 575/18 del SENASA, se trata de protocolos que cada productor debe considerar al momento de la cría, sea de bovino, equinos, porcinos, caprinos, aves, entre otros.
“Desde nuestra investigación pretendemos mostrar que las actividades como castración, descorné, marcación, vacunación, se deben ajustar en pos del confort animal, que existen otras maneras de realizar estas acciones pecuarias teniendo en cuenta el confort de los animales” señaló la profesional.
En cuanto a lo que sucede en el mundo destacó el modelo australiano, que es pionero en confort animal. En la interacción humano-ganado, donde la mano de obra rural es ben paga, por lo que los mismos productores son los que hacen contacto permanente y diario con su producción animal.
Las exigencias del mercado.
Aguilar enunció que cada vez son más las cadenas de supermercados que priorizan la producción animal con compromiso ético y es a lo que todos los productores deben apuntar para responder a las demandas en este sentido. Todo aquel productor que se dedique a la actividad pecuaria debe comenzar por hacer un diagnóstico sobre los dominios de confort antes mencionados y a partir de ahí, trazar un plan de mejoras que resulte competitivo y sustentable.
La doctora Aguilar se mostró abierta a proporcionar información para quienes quieran profundizar en este cambio de paradigma en la producción animal y dejó su contacto de correo electrónico:
Natalia.aguilar.vet@comunidad.unne.edu.ar
Instagram: @profanataliaaguilar
