- De cara a la reunión la próxima semana con el ministro de Agricultura Julián Domínguez, desde la Sociedad Rural Argentina (SRA) pedirán una liberación de los embarques; para Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) las ventas externas no deben tener restricciones en un marco donde “la cadena cárnica se compromete a dejar en el mercado interno los cortes parrilleros”
Cuando faltan exactamente 30 días para que formalmente finalicen las restricciones a las exportaciones de carne vacuna, impuestas por el Gobierno hace más de seis meses y luego que se conociera el documento que el Ministerio de Agricultura envió a las entidades del campo con la idea de mantener un esquema administrado, con algunas concesiones, la Mesa de Enlace irá con una contrapropuesta a la reunión con el ministro Julián Domínguez, el jueves 9 próximo.
En este sentido, Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), señaló que asistirán con algo superador. “Nuestra propuesta se va a diferenciar bastante de la que nos hicieron llegar. Debemos mostrar y convencer al Gobierno para que pongan en nosotros y en toda la cadena productiva un voto de confianza: que las cosas funcionan liberando las exportaciones y que incluso mejorarán”, dijo a LA NACION.
Señaló que no entiende cuál es la “desesperación” del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, por la carne vacuna. “En vez de festejar cómo creció el consumo de carne de pollo y de cerdo, formando parte de la dieta proteica animal de los argentinos, se hace hincapié en la baja del consumo vacuno. Es buscar un problema donde no lo hay, porque en definitiva todo es proteína animal”, detalló. Feletti en los últimos días mantuvo reuniones con distintos representantes de la cadena de la carne, desde exportadores a cámaras ligadas con el consumo interno.
Si bien entiende que “todos deben cooperar para que la Argentina salga de la crisis”, no está de acuerdo con el intervencionismo: “Es molesto que de manera constante se amenace con una suba de retenciones. Las palabras cepo, cierre, restricción son cosas que joroban en demasía”.
Como informó este medio, Agricultura envió a las entidades una propuesta para 2022 de “garantizar las exportaciones de cuota Hilton, 481, EEUU, Israel, Colombia y Chile, como así también garantizar la exportación de un millón de vacas y toros categoría D y E”.
Por su parte, Jorge Chemes, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), indicó que la propuesta enviada por Agricultura “es un bosquejo de buenos deseos, donde no hay números certeros”.
Según Chemes, el Gobierno busca una exportación controlada y no quiere que se pase de las 600.000 toneladas de carne vacuna para tener unas 200.000 toneladas como fusible (2021 cerraría con ventas cercanas a las 800.000 toneladas). “La idea que tienen es que una mesa conformada por nosotros y otros actores de la cadena vaya monitoreando, abriendo y cerrando, la exportación, de acuerdo a si se repone o no el stock, como hacía el exsecretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, con los ROEs (registro para exportar)”, detalló.
En rigor, en la propuesta de Agricultura se hace saber de la creación de un Consejo Consultivo integrado por integrantes de las diversas entidades ligadas a la carne. “Se reunirá con la finalidad de realizar el seguimiento de la producción cárnica y las eventuales correcciones futuras”, dice el escrito.
Otro punto que observó Chemes en la propuesta de Domínguez es que solo están incluidas las categorías D y E en la vaca de descarte: “Deben ampliar a la C, porque entre las tres categorías solo hay diferencias sutiles”.
Para el dirigente de CRA, hay una cuestión de confianza que se “rompió”. El campo dejó de creer por las políticas cambiantes del Gobierno hacia el sector. “Nosotros pedimos que abran las exportaciones de carne sin límites ni restricciones y la cadena cárnica se compromete a dejar en el mercado interno los cortes parrilleros”, añadió.
En el mismo sentido, el titular de la Rural sostuvo que se necesita que en lo inmediato se libere la exportación de carne para luego ir viendo cómo evoluciona el negocio. “En un sector del Gobierno se empecinan en sostener una premisa equivocada. No se deben desacoplar los valores internos de los internacionales porque son cosas diferentes. No va a haber baches ni desequilibrios”, aseguró. Por el contrario, insistió que el Gobierno debería apuntar a ser duro con los exportadores que trabajaron de manera ilegal, con el llamado “rulo cárnico” que en definitiva perjudicó a toda la cadena.
Con cautela y prudencia, Pino y Chemes son optimistas a la hora de encontrar un acuerdo con el Gobierno.
Para Domínguez, acordar con la Mesa de Enlace no es algo menor. Su objetivo cuando asumió fue limar asperezas con el campo encontrando soluciones en este aspecto. Sería una suerte de espaldarazo donde la pulseada interna quedaría de su lado. Para las entidades también, porque de lo contrario el titular de la cartera de Agricultura perdería poder frente a la Secretaría de Comercio y las decisiones del sector volverían a pasar de nuevo por ese lugar.
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